lunes, 19 de enero de 2015

La saga de la espina enigmática.

La belle fille au pistolet - Stephanie Modele by Vincent Tessier
Honda calada en su cara lleva una espina quien me abraza, redonda inflama la ampolla sobre su mejilla lánguida, cual lanza verde clavada martilleándole la masa. Se nota que le fue injertada por las manos de una dama que la implantó con su daga, abriendo un hueco en su alma tan profundo como mis palabras. Y yo lo entiendo mutándola, convertido en caña brava, en tallo herbáceo sin ramas, seco el gajo en la desgracia y podado sin rociarla.
– ¡Triste porque sin botánica, las plantas mueren al ser talladas…!
No se sonríe, ni me habla, marcha a mi lado a su paso y yo presumo que indaga con la mente concentrada en otra estampa. Abre sus brazos, los alza. Noto que al pasar la cuadra olvidó que atrás quedó su casa, sigue conmigo buscándola y al mirarlo el rostro baja haciendo muecas con rabia. Le duele tanto la cara que si lo hinca una espada no le sangra. No demuestra pero trata, anda sin sombra, ni balas, con la pistola descargada y perdonándola.
– Y hoy me acompaña en mi andada, por el pasado aterrado obviando trampas y suturándose el mañana que esperaba, quizás porque con mi magia, se endurezca su coraza hecha de escamas…
- Le doy mi mano y me la aprieta, dándomela. Mi energía le ha llegado y me la amasa,   sudándomela. Se para, salta, me adelanta y se sonríe, secándomela. Vuelve atrás, quita su máscara. Se despierta, admira al sol, gira y relaja.
– Me da dos palmos por la espalda y se desgarran sus feas lagrimas pujadas.
Derrama a cantaros lo que aquejaba y al mirarle su verruga rosada veo que falta,  pienso que pudo expulsarla extirpando del jardín las hierbas malas. Coloreando la razón con esperanzas, reavivando al corazón que marchitaba. Y asimilando el perdón a una medalla otorgada a la ignorancia de pensar que nada mata, porque una espina clavada, harta el pensar soportándola. Porque quien no la espera se raja, si le apuñalan la espalda   desamado por una mano nefasta. Y ahora repite ya pasa, hablarte me obligó a olvidarla.
― ¡Pues callar no sirve de nada, a quien le otorgan por gracia la palabra!
– Me da las gracias, tiendo el de nada y acaba por soltar la carcajada justo al final de esta saga algo enigmática. Me dice adiós y se marcha, vuelve silbando deseos de amor nuevo; y veo la espina en un hueco, enterrada al pisotearla contra el suelo.
Vincent Tessier

Dessin by Vincent Tessier  — with Stéphanie Modèle. Copyright © 2014
SITIO WEBhttp://www.vincenttessierxxc.com
https://www.facebook.com/xxc2o12

No hay comentarios:

Publicar un comentario