miércoles, 19 de agosto de 2015

Menudas piernas…

11844123_10204443197215806_969724933_n
De cofres llenos de piernas estaba la tienda llena, todas de hembras y bellas, en medias, botas, chancletas, descalzas, delgadas, llenas, blancas, amarillas y negras y si para contar aún quedan…
– ¡Yo preferí las de ella…!
– Con sus sandalias ligeras dotadas con diamantes y finas perlas falsas pero duraderas, no eran altas, ni pequeñas; y para que decir que eran buenas, háganle el halago a ellas…
Las sorprendí en una esquina, probándose unas puntas largas con tacones de caña brava y color sin esperanzas. Que vi quitándose harta, pues pienso que la Dama amaba la playa y andaba buscando su talla, con la comodidad necesaria. Y entre otras piernas rondaba con las suyas vueltas algas, disfrutando la balada como si marchara sobre el agua. Y yo detrás de ellas, gozaba, mientras las otras cruzaban con pantalones y faldas, sin que eso a mi me importara. Y adelantaba y me atrasaba para de frente tazarlas y de atrás verlas plegadas.
En el centro sobre cajas las vi posando su estatua, su piel divina erizada, encremada y depilada presentía la clase alta de las piernas aduladas sin malgastar las palabras. Y yo mientras las vacilaba, soñando las imaginaba en una estampa mundana. En una escena de sabanas entre las mía cruzadas, en una urna de plata para un Rey embalsamadas por si a su Reina le faltan, que tenga de hembra en sandalias. Acariciadas, besadas, sofocadas y amasadas por el experto que les habla; y con la tobillera calzada acaloradas arrastrandolas.
– Y las luces se encendían y apagaban y la tienda desbordaba con piernas de mujeres mágicas; y yo tras ella alocaba y a cada paso que daba, las admiraba sin que se percatara…
Las ansiaba, pescar con mi atarraya. Las rosaba, haciéndome el tonto que cata. Le clamaba y si silbando me notaba, me pegaba y le decía bella Dama, por vuestras piernas se matan; y al sonreír la retaba, tiraba un beso sin jaula y hasta la vista posaba. Para antes ellas, presenciandolas, quedarme sin voz, ni sabia y verla oronda de gracia. Y la tienda no vaciaba y hacia la caja automática esbelta ondulaba la maja, sus rodillas derretían ensimismadas al saberse en una trampa; y no tostando en la playa, pululando ya peladas.
– Y yo tras ellas en mi barca…; y de marinero de maquinas, por si acaso un taxi llamaba.
– Y a la hora de pagarlas tropecé en la planta baja y caí rodando de karma bajo sus piernas cerradas; y sentí que una palmada me dejó la cara hinchada y la Dama dijo, aguántalas…
– ¡Ayúdame con las cajas, por si el menudo no alcanza y a pies nos toca portarlas…!
― Menudas piernas muchacha, no atiné a otra redundancia, para aceptar la parada. Yo preferí las de ella y me las llevé cargadas, como en las fotos de bodas, a la cama…
– ¡Y menudas piernas, si hablaran…!


LIBROS – BOOKS – LIVRES – LIBRI 

COMPRI LA COLLEZIONE LETTERARIA

ÓLEOS POÉTICOS 

CON MONDADORI. 

Banner Mondadori Card libri de Tony Cantero SuarezBanner Tony Cantero Suarez & Models

Divino Exilio – Kindle – Amazon.fr

Cover Divino Exilio Tony Cantero Suárez KINDLE Copyright 2015 [Click on the banners to buy the book]
Divino Exilio by Tony Cantero Suárez Amazon UK advertising banner by Amazon - Formato pequeño

No hay comentarios:

Publicar un comentario