domingo, 8 de marzo de 2015

La pastilla que te trata, Zathynka. ®©

Al diamante de Zathynka
 Si mi amor fuera medicina te curaría con caricias de las más tiernas que existan, con la infusión que vitamine tu alma linda y con mis besos de aspirina. Te haría feliz sin rencillas y durante toda tu vida te procuraría lo que necesitas, para que más que sentirme mía, sana te sientas tu misma. Porque al igual que eres mi pastilla favorita, tu eres la anestesia que los dolores me quita y la razón que me inspira. Y la que alegra las lineas si mi rima anda enfermiza, con la pasión infinita que de tus labios me destilas, consintiendome sonrisas.
 Te amo tanto como un duende ama el delirio, el poeta a la poesía, el medico a la medicina, el juez a la justicia, el cocinero a la cocina y los místicos a la sabia empírica. Y te deseo alegrías, que bullas en tu clorofila, que sueñes sin pesadillas, con un alhelí que brota del caudal de su semilla y necesita de la lluvia para enflorecer su espiga. Y poblar las altas cimas donde se eterniza, de donde te traeré la dicha. Para a tus pies, de rodillas, frente al lente de tu vista, aspirar tu aliento de hembra y darte cual flor de prisma estrellas líricas.
― Y obsequiarte tu prenda repujada en piedra extinta con la imagen de la idílica Zathynka, la que endiosa y se equilibra estremecida, la que me quiere y lo grita cada día, tu mi vida.
 Confinando cual crisol fundida en piel sus ademanes de Ninfa, dada a mi tinta bendita, desvestida sobre sillas. Cual terapia para mi patología favorita que tus entrañas reaviva, al ensimismarte en poesía, alocándote con mis rimas. Para adobarte de linfa cada vez que me lo pidas, para animar tus cantares con las palabras que invitan. Para llamarte mi niña, para mimarte en almíbar, para admirar tu sonrisa agradecida. Y en lo hondo de tu cause, bajo el clímax cerebral que hay en tus lares, al fluirte el licor de tus delicias, recetarte mi jarabe.
- Y blanquearte con la magia de mi esmalte hasta que digas me existas y lo sabes, no pares.
― Que mariposas albinas revolotean mis mejillas, hasta colmarme la vista cuando tu el rumbo me abres; y yo me entrego duchándome, vuelta rosa de los mares y en calambres.
- Para cual píldora que te trate tus retinas, mi colirio sulfurarte con frasecillas idílicas; y curarte con las que a mi nombre incitan, hasta verte sonriente y saludable, cual me dictas…
– ¡Mi registrada Zathynka ®©!
allbookstores UK logo author tony cantero suarez
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