En un hueco ancho y oscuro tan profundo como un pozo, redondo, agrietado, húmedo, lizo y con recovecos cuadrados y lados carrasposos, pues con los costados planos solo existen los sarcófagos. Cayó, surcando el horóscopo, un talismán sin Demonios. Y cuando paró en el fondo se lo apropiaron los Monstruos que allí viven confinados con los Ogros, con los pobres, los con nada y los sin todo, en un vacío tan espantoso, como mórbido.
– Era cual cruz de las castas, el saco de odio de razas y el cuchillo corta cortos de esta especie sin decoro a la cual pertenecemos nosotros, el traga lodo de cada pueblo despótico.
– Y allí quedó, pues sin oro, ni un talismán es vistoso…
― En el Antro de los Desamparados, que solitarios y desesperados mueren solos y melancólicos, pues lo sin valor como es obvio, siempre termina hecho polvo, por poroso…
― ¡En el Antro de los Desamparados, donde sin faro, ni guía, algún día nos vemos todos!
– En el fondo, pisoteados y pastosos, hechos plomo y sin necesidad de rostro.
― En el Antro de los Desamparados, locos, tragando cloro…
― ¡En el Antro de los Desamparados, que por despreciarlos, legan poco!
33046 Antro UD, Italie
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