lunes, 15 de octubre de 2012

¡Se fue muriendo!



Ya no siento el fiero ardor de aquellos tiempos,
ni doy crédito a pasión sin sentimientos, ya no
espero ni un segundo a quien no quiero; y a
quien quiero no lo espero pues soy necio, un
bohemio viejo acostumbrado a hablar en serio.   

Ya no entiendo a un corazón lleno de nervios,
no confió ni en los malos ni en los buenos, ya
no suelo decir si cuando no debo, ahora el no
da la medida de lo hecho. Soy más que cuerdo
sincero; y más que genio un caballero ecléctico.

Ya no siento el fiero ardor de aquellos tiempos,
se fue muriendo poco a poco sin tus besos. Ni
estos versos ni los próximos son nuevos, los he
sacado del recuerdo de otros hechos. Que te
había escrito cuando tu amabas leerlos…

Me fui sufriendo, sin tus labios ni tú pecho;
con frio y lloviendo, a cobijarme en otro lecho.

Ya no canto la canción que me exigieron, ya
no cuento si me quieren y a otros quiero, solo
observo, doy la vuelta y vuelvo al juego. Ya no
siento el fiero ardor de aquellos tiempos, se
fue muriendo y olvidado quedó ciego…

Se secó enfermo, de amor y eternos deseos.

La pista en peso, al bar un trago, un bolero;
nos fuimos ebrios, juntos a su apartamento.

Por ti no vuelvo, lo vale el cuerpo en que peco;
me fui sufriendo, a cobijarme en otro techo. Con
frio y lloviendo, sin tus labios ni tus besos. La pista
en peso; y el trago que endiabla el verbo. Salsas,
boleros; y el paso en tempo sonriéndonos…

Nos dimos besos, besos, besos y más besos; nos
fuimos ebrios, juntos a su apartamento. Ya no
siento el fiero ardor de aquellos tiempos, se fue
muriendo y te me fuiste del recuerdo. Se fue
muriendo; y quedé en restos, como me veo.

Se fue muriendo y en silencio acabó el verso.


Picture Christine Hammond by Ariel Arias. 
Web du photografe: http://500px.com/ariasphotos

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