jueves, 14 de noviembre de 2013

A mí me llaman Don Nadie

Don Nadie, Abou by Eva Moreno BBGC for Tony Cantero Suárez

Cerca de los ochenta grados y varados en su mundo decadente,
a un costado de la Tierra Nueva que hierve entre hierba y cardos
ocultándose al poniente, separados del vientre imberbe donde
arde el monumento al sol naciente y a los sueños de un mañana
que no viene, existe un Condado verde donde no se ven las nieves.
Pero que erra, enterrado por sus seres inconscientes que
a ningún proyecto adhieren, ya que ni de frente se comprenden.
De donde vengo, el pasado trae en sus mieles aguas fuertes, del
jardín de lo olvidado al día siguiente, porque la luna le da al cielo
besos tenues. Donde he nacido, el candado se abre cerrando las
manos, no existen llaves de paso, solo códigos y retos obligados;
pues toda idea pensada tarda sienes realizarla. Y vemos las
semanas caminando nostálgicas cuando nos vuelve noviembre;
y los días mueren de siempre, oliendo a meses perennes…
Vemos los años vagados malogrando lo pensado, somos cuerpos
del espíritu separados; y sordomudos, por eso no nos llamamos.
Y hasta en las promesas mienten al no darnos lo acordado, desde
el principio y comenzando las negamos. Jamás, jamás te he
olvidado, porque sí tenemos mente; y porque amamos, a pesar
de nuestros seres. La corola de los sentimientos duele desde
que se teme perder lo que tenemos; cuando se acabe el amarnos
y desborde el frío y feo nos odiamos. Y en un océano de llantos,
a todos nos ven nadando; y a mi detrás de mis pasos, solitario…
¡Recordando!
Pensando en tu ardor distante; y en la distancia quemándonos.
A mí me llaman Don Nadie y yo comprendo mi estatus, porque
los mudos no hablamos aunque divaguemos pensando alto, ni
los sordos escuchamos aunque ambos mundos griten nos
quemamos. Pero jamás, jamás he olvidado, ni tu don ni tu
cuerpo al abrazarlo. Ni los encantos soñando en las mareas de
tus lares, ni tu puerto siempre abierto a mi velero titánico; ni
los besos de tus labios extraviados, ni tu vientre orgasmizando.
Ni tu voz, ni tu rostro, ni el retrato de aquel árbol y tú al lado;
perdona te lo he robado, para que orne mi cuarto en el calvario.
Pero jamás, jamás, te he olvidado, pues tu eres el pasado de mis
años; y desde mi pueblo te extraño, enterrado y esperando.
Esperanzado en encontrar tu número; y que no suene ocupado.
A mí me llaman Don Nadie; pero recuerdo que otrora me has nombrado.
 
Picture courtesy of Eva Moreno Photographiste
Modèle Abou.
SITIO WEBhttp://www.evamoreno.book.fr

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