jueves, 19 de diciembre de 2013

Ironías del desencanto.


Brooking Love by Vincent Tessier for Tony Cantero Suárez
 Cuales hojas secas de un árbol cayendo tras un otoño grisáceo,
sobre los cuerpos sudados de dos amantes de facto, los
testigo de sus actos, sus recuerdos copulando, la envidia y los
mal pensados que inspiraron malos ratos. Los precios dados
robados y los gemidos borrachos extasiados renegándolo, se
dieron cita en un banco a la hora del adiós, desesperados…
- Pues al cerrarse este párrafo, se despidieron llorando cada
uno por su lado, a curar sus desencantos olvidándolos…
‒  Y sin embargo, te amo, se dijeron abrazados recordando.
Y cayó la tarde enlutada, en la triste negritud del desengaño,
en la efímera quietud de un rezo amargo, en un beso protegido
por los brazos, amordazados los labios y los deseos clamando
al arrebato. Y sobre los techos sangrados, deambularon
maullando algunos gatos, gotearon gotas de fango de las tejas
del costado; – y en el balcón del pecado, no hubo cantos.
‒  Y sin embargo, te amo, se dijeron apresando algunos lazos.
- Llovió y tronó; vientos y rayos…
Se escucharon campanadas anunciándolo, los tambores de
comparsas lo tocaron, se empobreció el barrio alto y el bajo
se hundió rodando. La voz se alzó sobre el habla y en los
parques con guitarras, se oyeron bardos peleando. Y en el
jardín del cadalso, ejecutadas sobre un banco, morían las
almas calladas de aquellos dos que se ataron al milagro…
- Se iluminó el escenario y el silencio rompió el cuadro
despertándolos, se acabó el beso obligado y se reclinó el abrazo.
‒  Y sin embargo, te amo, se dijeron frente a frente desarmados.
- ¡Como tantos…!
Castillo de cartas by Vincent Tessier for Tony Cantero Suárez
Cuales partículas raras dispersadas por el cielo gravitando,
la pluma les ralló las alas; y se cayeron desde lo más alto de un
Castillo hecho de cartas por los magos de un poemario. Secó la
sobra de baba y se marchitó el rosario mal plantado, sus cuellos
rectos cansados refutaron cabizbajos. Los collares se entregaron
y se marcharon girando, cada uno por su lado al final del párrafo.
‒  Y sin embargo, te amo, les escuché al alejarse susurrando…
- Dispersándose en el aire y aún soñando, consolando desencantos,
sonrojando pechos lánguidos; a la sombra quedó el árbol desojado…
‒ ¡Y sin embargo, te amo; ironiza la expresión que pierde el rastro!
‒ ¡Y sin embargo, te amo…; se dijeron ella rota y el volcánico…
Y hasta hoy y en otras camas, no han encontrado más karma,
no se han escritos más cartas pues no han osado jugarlas. No
han vuelto más a esta plaza donde una estatua se alza en
recuerdo de la hazaña, de aquellas locas fanfarrias con sus
almas desnudadas, resurgiendo enamoradas vueltas plasma; y
sin embargo, te amo, se dirán al comprender que el tiempo pasa.
‒ ¡Y sin embargo te amo…; – ironías del desencanto, cuales falsas
palabras que las alma confesamos, para engañarnos pensando!
‒ Y sin embargo, te amo, como un susurro varado en un poemario.
‒ Y sin embargo, te amo… – recordadlo, les advertí cuando nos
cruzamos frente a este mismo banco, hace ya años pasados.
‒ Y sin embargo, te amo…; – sin sentido no se explica el escenario.
Diseño Vincent Tessier 
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1 comentario:

  1. MARAVILLOSO TONY SIEMPRE TU ESTILO SIN IGUAL E TENIDO MUY POCO TIEMPO PARA LEERTE PERO HARE UN REPASO ,,,CARIÑOS GENIO.

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