Rara Maja que me atrapas, que me conquistas y raptas, colirio de flor de paja brotado en un edén de hadas, cuerpo de ninfa bronceada al desnudo escultural, cual estatua que el capricho hizo con ganas para admirarla y gozar. Diapasón de mis dolores que alivias cuando me hace falta, el sabor de tus sudores es más potable que el agua, la destreza de tus dones me hace escalar madrugadas. Y las curvas de tus cortes me encandilan cual la gracia, con que encantas mis palabras.
Fresa verde acalorada con pimienta en polvo y salsa, naranja en cascara amarga con masa agridulce y ácida de gorrión con alas largas y plumas vitaminadas. La pepita en tus entrañas late loca al ser roseada; y la semilla de tu raza, engendra la hembra que encarnas. Y tu pecho los sonetos que a media luz nos describen delirando por los cielos. Los que te silban bohemios en tus sueños, los que te cantan los versos que yo envío hasta tu lecho amaneciendo.
- Cuando presiento tus lagrimas corriendo sobre mi pensamiento, aires de agua, flagelos, un torpe silencio, un estruendo y tu mordiéndote los dedos, dilatando el sufrimiento entre cabellos…
— ¡Gritándole a tus adentros que te llego!
Lujosa prenda portada por almas que te pagan lo que valgas, corona imberbe de ramas con hojas sueltas talladas en las celdas de una trampa, de la altura en que te paras, solo se ve la distancia. A la sombra en que relajas, se reposan quienes faltarán mañana. La juventud de tus faldas la das perdiendo por nada, la frescura de tu magia se adivina resignada. Pues nadie cuenta que ama, cuando entre piernas guasasas, se posan al volar cansadas.
Mujer buena, amiga mía, trago en taza. Leche en vela día a día en casa aislada, yo te amo y no hay derivas, ni hay erranzas. Pues tu sangre y corazón al mio se calan, con la suerte que el destino nos depara, dando vueltas donde caiga la esperanza. Cosa bella en oro fino repujada, Reina Alteza, fiel Amante y Musa Esclava, las virtudes de un Poeta dan confianza, para en vida regalarle un viaje al alba, coloreando de arco-iris madrugadas.
— ¡Gritando a los cuatro vientos, sin secreto ilusionada; y despertando excitada, dándote el amor que hoy callas.
- Coloreando de arco-iris madrugadas, para regalarme el alba enseñoreada, cual Dama, que al ser amada renazca…
— ¡Sin secreto ilusionada!
Photographie Ariel Arias , Photographe cubain à Paris
| SITIO WEB | http://www.ariaphotographe.com |
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