– Alzo la vista y veo tu imagen que vacila, las pesadillas alimentan mi desdicha, sobre mi silla aquí sentando espero el día, cuanto daría por ver tu cara bella niña; y alegre y nítida…
– ¿Y me pregunto y te pregunto, si valdría, de que sirvió tanta ilusión, si no hubo dicha…?
– ¿De que sirvió la inspiración de cada linea, el demostrarte que por ti daba la vida, que la pasión que nos unió fue siempre linda? ¡Porque la arista fracturó, donde dolía! – ¿De que sirvió si ni el perdón cedió a tu esquiva, de que sirvió por ti esperar, de que sirvió la soledad, de que sirvió la pulcritud de mis caricias? – Por ti no hago más que llorar, porque al quererme enamorar, no pude tocar el rosal, por tus espinas. – ¿De que sirvió la intimidad, de que sirvió la desnudes, de que sirvieron las velas y copas frías? – Si al recorrer la realidad; y hora tras hora por llegar, tu no venias.
– ¡Y hoy me sulfuran sin razón, lagrimas frígidas; y aguan la tinta…!
– ¿De que sirvió, dímelo ya, para si vuelvo a despertar, saber que hacía…?
– ¿De que sirvió el tesón si acabó en finta, de que sirvió, de que sirvió esta lista?
– ¡De que sirvió, di tu verdad y por si vuelvo a preguntar, esta es la mía!
– ¿De que sirvió el calor, de que sirvió dolor, dilo mi vida, de que sirvió esta lista?
― ¿De que sirvió…?
Northwood, Irvine, CA, États-Unis
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