De sano orgullo y de cimera alegría me colmó la noticia de que mi próximo libro, Zurdidades, primero de la Trilogía “LA RETORICA DEL MOMENTO” fue el laureado de la III edición del Premio Literario convocado por Creatividad Internacional. La renombrada red de literatura y cine basada en Miami, Florida y que organiza anualmente este evento para homenajear, cada 7 de diciembre, la desaparición física de quien en vida fuera tan hombre de letras, como opositor a la tiranía castrista y firme defensor de la causa homosexual. A uno de los más sublimes iconos de la literatura contemporánea hispana y Premio Cervantes, el escritor cubano Reinaldo Arenas.
Y bueno, que decir, estoy extremadamente contento de estar terminando un año literario sin precedentes en lo que me concierne, ya que mi último libro, DES CHOSES CELEBRES, escrito en español y francés, e ilustrado por el pintor francés Vincent Tessier, logró calificarse durante las últimas tres semanas del verano (agosto-septiembre) en el uno de los bestsellers extranjeros en Amazon France. Por lo que este prestigioso premio corona un 2017 altamente laborioso, pero igualmente productivo.
Mi más sincero agradecimiento a los miembros del jurado y a la dirección del sitio por haber deliberado a mi favor, ya que justamente reconozco la calidad literaria tanto de quienes en él se reúnen, como de quienes envían sus obras desde afuera. Un inmenso aplauso igualmente para la ampliamente laureada y excelsa poetiza venezolana Marial Lázzaro, ganadora de la Mención de Honor. Que a todos les llegue mi abrazo fuerte y afectuoso desde el iluminado París, murmurándoles al oído, que aún no me lo puedo creer.
Nota: Estoy igualmente a la escucha de proposiciones de la parte de editoriales.
Zurdidades es una invitación que camina con elegancia al terreno de la provocación. La prosa de Rafael Antonio Cantero Suárez es una creación íntima que se balancea con un ritmo musical entre el erotismo desinhibido y el lujo pudoroso de la palabra escrita. Efectivamente, el j
uego propuesto por los renglones y las palabras nos hace sentir el vértigo y el calor de la piel sedosa que se empieza a marchitar.
Como si tuviéramos la oportunidad de percibir el rumor de las maracas y los timbales en el fondo, el lector se acerca víctima de esta seducción poderosa. Se aproxima, casi de puntitas, con cautela a un remolino de pasiones inquietantes a las que no se puede resistir y termina rendido por este mareo que deviene en frenesí.
Entonces, arrobados y absorbidos por esta especie de vorágine literaria somos atrapados por las sensaciones que se desencadenan. No hay forma de resistirse al ánimo intenso y placentero el que se nos mete debajo de la piel. Es una obnubilación poderosa que nos quita el aliento y nos provoca el espasmo más agradable. Es percibir la firmeza que deviene después de llegar al punto y aparte. Es la necesidad de apartar los ojos de las palabras para arquear el cuerpo hacia atrás y dejar que las Zurdidades de Cantero completen el efecto en ondas de amplio espectro.
Suspiramos.
Lo leemos y sentimos que nos tocamos. Abrimos la puerta a esa transformación fisiológica que llega con sus escritos. Alcanzamos a ver la luz de la que pende toda la existencia y que dura sólo un par de segundos, antes de dar paso a esa relajación total que nos llena de felicidad.
Estos textos son portadores de la dinámica del desafío, del guiño coqueto que se atreve y al mismo tiempo da un paso atrás. Por eso son tan efectivos. No son una bravata descarada, son una invitación que marca un paso bien calculado. Como toda buena incitación, es suave pero poderosa, tierna pero enérgica, mansa pero contundente. Nos extiende una mano amable a la que no podemos dejar ir. Es el imán que frente al metal, lo único que debe hacer es presentarse para ejercer el poder magnético que no se logra resistir. No hay forma.
Cantero nos pone a prueba, de manera que lleva al lector a participar, a ser parte de ese juego. Nos invita a adivinar esa bendita sensación regente que inocula en sus escritos que por alguna razón autoral nos llevan a elevar la temperatura del cuerpo y a dejar que los labios se escapen en un aliento.
En Zurdidades encontramos un amplísimo inventario de anhelos. Son cariños apretados entre los renglones, son caderas que se dibujan al ritmo de la pluma autoral, son lenguas cantarinas y labios salados. En fin, son corazones calados a buen paso y también son ojos que a la distancia miran un mar Caribe que se rinde ante la distancia de un París lejano y se reconcilian en un beso buscado.
Pero, Zurdidades también es el recuerdo en el que se reclinan las tristezas de lo que no está presente. Es la angustia, que como describe el propio Cantero, del verso que quedó ignorado, del poema que no fue leído. Es el reflejo de un alma adolorida que se oculta entre los huecos del alma y entre las grietas de una piel que sabe lo que son las lágrimas. Es la descripción del ojo ciego que desfallece ante la ilusión de ver y la imposibilidad de las circunstancias.
La mirada de Cantero, le da al lector una carga de nostalgia y empatía que subyace a lo largo de las páginas de este libro. Nace, imagino, de la propia circunstancia de quien escribe que se encuentra parado en un balcón mirando el paisaje parisino, imaginando las olas del mar cubano. La estética de la fascinación y la fascinación son los elementos que sirven de piedra fundacional a esta obra.
También, al modo de Cabrera Infante, se aprovecha de una oralidad muy cubana que lleva al lector a un punto de quiebre. Cantero desliza las palabras con efectividad y minuciosidad. Con la precisión de relojero que deben tener los escritores y los buenos amantes. Partimos de sensaciones reconocidas y nos dejamos hinchar, como velas de un barco, para llegar a puertos que se forjan entre el autor y quien se atreve a recorrer estas líneas.
No hay mejor silencio que el que se hace para permitir que sean las propias palabras del autor las que pueblen las razones de suspiros de quienes serán sus lectores. Por eso, los invito a recorrer los ángulos y las redondeces de esta prosa llena de oralidad y sensaciones.
Zurdidades 1ro de la trilogía “LA RETORICA DEL MOMENTO” desde enero 2018 en
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“DES CHOSES CÉLÈBRES.”
Una selección onirica en lenguas de Voltaire & Cervantes, inspirada y ornada con las sublimes pinturas de Vincent Tessier.
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