sábado, 30 de noviembre de 2013

Elemento erótico.

Su tierno elemento se armoniza de cuerpo entero
sediento, ardiente, sofocado y excéntrico; a piel de
dedos por sus ángulos redondos y curvados, ebria
y en celos como una tórtola en mayo. Me hipnotiza,
me desborda, me evapora; y el fuego de sus destellos
me inspira a dedicarle unos versos bien poéticos…
A sus atributos célicos modernos, que son como el
sello de su estilo tan autentico. Que me da todo lo que
le pido sin tener que repetírselo. Y se enreda como hilo,
sobre un dedal, a cocernos. A sus pensares cerebrales y
atmosféricos; y a sus desnudos de lejos la lámpara
frente al pecho, encendida en su reflejo como trueno.
¡Y me invita a revivirlo, con motivos, cuando quiero!
Y a vivirla en otros tantos sin contar los que le
pinto. Los que le robo y le quito, todos llenos de su
gel para cabellos y del sudor de sus vellos. De sus
aromas de hembra y del deseo que le tengo. Alza una
copa a la alcoba, tira cortinas adentro; y yo abro
una botella alcohólica que nos atiza el pensamiento.
Qué mareos… ¡Me mareó; se mareó! Que más veo.
Bardos que ruegan, primaveras y conciertos.
Tela que cae ante el espejo, delante del cual la
contemplo. Me hace un guiño pretencioso pues bebemos
con apego; y se estira contra mi cuerpo atlético,
imaginándose un leño. Y entre mis brazos la quemo; y
con mis dedos la espeso. Y en la infinidad del pecado
cárnico, me plazco degustándola en el seno de su pecho.
Sus labios son como pétalos suculentos, abiertos al
enjambre hambriento que sale de un colmenar
frenético; y los míos le dan aliento para que se desvele
sin misterios. Le doy amor, sin dar por ello, me da calor,
me ama y la entiendo. Me desvivo por su espalda en
un trineo; y ella viva se derrama en fuente y meritos.
Una Ninfa peligrosa sobre su alfombra da pasos,
la lámpara que se imagina le hace creer al milagro;
cuando sus ojos me miran, me hago aguas, me
desmayo. Cuando la miro me extasío y doy gracias
a la vida, por darle tan buen regalo a mi poesía. Y
entre puertas y persianas nada en tinta; posesiva.
Con mi pluma vuela auroras y trae del tintero delicias,
late y silba como una Sirena mística que cuando la
miran se eriza, oronda como una Dama mítica. Se
pasea por su alcoba, va desnuda, nada sobra. Del
cuello arranca su etola y sus medias se las quita
mientras brinca; y su elemento se erotiza e idealiza.
Desorientada en el cielo la veo volar hacia el
Séptimo. Que mareos, que mareos; nos perdemos.
Que gemidos suculentos los que grita desde sus
adentros sin complejos. Solo se escucha su acento,
sus oraciones y rezos, su vientre ardiente y su
esqueleto. Solo con ella yo hiervo, me pide asarla
con verbos. Y le pido que se quite su pañuelo; y que
se lance a pelo suelto, sobre mi rampa y sin frenos.
Elemento erótico, vida en tempo de bolero, tu
carisma sin igual me pone inquieto. Tus bellos labios
morenos son un Sol vertido en besos, son como
pétalos de Milsueños; susurrados, de cantero. Son
como idílicos deseos exhibidos por tu cuerpo; son
ese orgasmo que recuerdo en estos versos bohemios.
¡Son todo tu y yo en tus restos…!
¡Elemento erótico, dulce de azul; flor de trébol!
Picture: Valérie Badet by LOO. 

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